domingo, 12 de febrero de 2012

No pienses en el elefante.


Historias de películas o casualidades de la vida. Como niños pequeños lo tomamos como un juego: beso, verdad y atrevimiento. Pero creamos un nuevo  marco  diferente, bonito, sin planes, sin metas, donde se perdió la noción del tiempo.  Simplemente estar. Y observando cada detalle,exprimimos cada segundo queriendo que el recuerdo fuera nuestro reencuentro. La única salida es mirar el reloj, darte cuenta de que al cruzar la puerta todo acabará: ¡bienvenido de nuevo al mundo real! Llegó el momento de poner los pies en la tierra y lamentándose volver a la normalidad, pero, ¿por qué te quieres engañar? Claro, la opción fácil es no pensar. Pero llames como le llames, no pienses en el elefante.

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