sábado, 20 de agosto de 2011

Deber,querer y poder

Realmente nuestras futuras actuaciones pierden todo su sentido cuando nos planeamos entre el deber, el poder y olvidándonos del querer. Mientras que determinadas acciones son políticamente correctas para unos, son sinceramente aberraciones para otros. Los valores, serían responsables de estas situaciones, y también llegando a tesituras en las que nos demuestran que la mejor opción no es la correcta, y viceversa claro. Por tanto, ¿dónde queda el valor de nuestros valores?
¿Puedo o no puedo? Mientras en tu cabeza exista la mínima opción o posibilidad de conseguir aquello,si quieres, puedes. Pero el problema comienza aquí, que nos olvidamos de lo que queremos. Incoscientemente, dejamos que elijan por nosotros sin pensar primeramente en qué es lo que quiero YO. ¿Actitud egoísta? Sí. Pero está muy claro que si uno no piensa en sí mismo, ¿quién lo va hacer el día de mañana?
El problema de la existencia de estas circustancias tiene inicio en su misma definición con lo qué es realmente correcto y qué no, derivando en extremismos con el deber, el querer y el poder.

No hay comentarios:

Publicar un comentario